En muchas ocasiones optamos por decolorar nuestro cabello para que parezca más claro. Este es un proceso químico y a través de unos productos se produce que nuestro pelo se aclare. El agua oxigenada y los elementos decolorantes son los permiten ese efecto. Pero hay que tener en cuenta que este método es muy agresivo y dañino por los diferentes tintes.
Por eso, cada vez que tú decidas poner un tinte a tu cabello, también debemos tener en cuenta que nuestro pelo necesita una recuperación. Las tendencias imponen algún estilo de cabello que necesita de una decoloración, pero muchas no advierten los peligros de esta práctica. Tener la melena como antes llevará un buen tiempo y los tintes no son la mejor opción para la salud capilar.
La decoloración es un proceso químico que estropea nuestra melanina. Esto permite nuestra pigmentación en nuestro cabello y si es dañado por estos productos, nuestro pelo crecerá con menos fuerza. De esta manera la melena poco a poco se debilitará y perderá el brillo característico. En el peor de los casos se transformará en una textura similar a la de un chicle.
¿Cómo recuperar nuestro cabello tras la decoloración?
Tras realizar una decoloración de nuestro cabello es importante tener unos cuidados especiales para que no se siga deteriorando. Una de las principales consejos es mantenerlo hidratado en forma constante. Los productos recomendados son baños de crema y vitaminas B5. Por lo menos dos veces a la semana debemos usarlos para que el proceso de recuperación sea más rápido.
Otras de las claves del cabello decolorado es no exponerlo al calor extremo y tener mucho cuidado a la hora de peinarlo. Tratar de desenredarlo en forma suave, ya que de una forma más brusca se podría quebrar. El calor también lo convierte en muy seca y hay muchas posibilidades que se transforme en quebradizo.