Muchas veces colocamos tintes o productos a nuestro cabello y el resultado no termina por convencernos. Ya sea por producto de mala calidad, una elección incorrecta, demasiado calor o cualquier que sea el problema que derivó en un tinte no deseado es que podemos comenzar con algunas soluciones prácticas para tu cabello.
La primera y más práctica es un baño de luz, muchas veces con tan solo esta herramienta notarás la mejoría y el progreso en el look de tu pelo. En pocos minutos con un tono sobre tono puedes llegar a solucionar estos tonos no deseados. Evidentemente todo esto dependerá de cuánto naranja y amarillo haya, de la sensibilidad de tu cabello y del resultado que desees.
La segunda solución puede ser recurrir al famoso tono desgaste. Por supuesto que está supeditado a tu cantidad de canas en el pelo y tus tonos de cabello pero con esta técnica y en los parámetros correctos sin duda alguna lograremos mejorar esos tonos que no nos han convencido tanto.
Otra solución es el shampoo. Con los productos de color podes ayudar a tu cabello a mejorar su color con tan solo un par de lavados. Si te ha quedado amarillo, existen shampoo violeta, y si te ha quedado naranja, existe shampoo azul. La buena noticia es que si son productos de buena calidad estos sirven para todo. Si te decoloras o te haces tintura y en los deslavados empieza a perder ese reflejo con el que saliste.
En cuarto lugar llegamos a la corrección. Corregir un color implica generar una buena base además de aclarar. Hay que ser muy selectivo con qué vamos a oscurecer y qué sectores aclarar. Este trabajo se debe realizar en un mismo paso, ya que oscurecer y luego volver a aclarar suele dañar mucho el cabello. Finalmente podemos naturalizar, es la menos recomendable. Oscurecer parece simple pero no es así, siempre se debe realizar una pre coloración, tenlo en cuenta.