El truco del alcohol es una excelente manera de limpiar las brochas de maquillaje. La limpieza de las brochas es fundamental para tener una piel saludable y cuidada, ya que las brochas acumulan restos de productos, humedad, suciedad y polvo. Estos elementos pueden favorecer la proliferación de microorganismos dañinos para la piel, obstruir los poros y provocar la aparición de puntos negros y acné.
Además, si las brochas están sucias, el maquillaje no se aplicará correctamente en la piel, lo que dará como resultado un acabado desigual y poco profesional. Por otra parte, si las brochas no se limpian regularmente, se resecarán, agrietarán y enmohecerán, perdiendo su vida útil y obligándonos a comprar unas nuevas.
Para limpiar las brochas con alcohol, tan solo necesitamos llenar un vaso con alcohol y sumergir las brochas en él. Realizando movimientos circulares, veremos cómo el alcohol cambia de color y las brochas quedan completamente limpias. Para secarlas correctamente, debemos colocarlas en posición horizontal sobre un papel absorbente, evitando que se queden en posición vertical para que el agua no acumule en la base y dañe los pelitos de las brochas.
Otra opción para limpiar las brochas es utilizar un guante exfoliante y agua con jabón, frotando las brochas suavemente sobre la palma de la mano para generar espuma. De esta forma, podremos lavar varias brochas al mismo tiempo sin tener que volver a aplicar jabón en cada una.
En resumen, el truco del alcohol es una excelente manera de limpiar las brochas de maquillaje de manera rápida y efectiva. Además, existen otros métodos que también son muy útiles para mantener nuestras brochas limpias y en perfecto estado. Limpiar las brochas de manera regular es esencial para tener una piel sana y un maquillaje perfecto.