No caben dudas de que los vidrios y espejos son las partes de las casas que más nos cuentan limpiar. Leemos miles de recomendaciones en internet sobre cómo limpiarlos y secarlos, pero luego en la práctica nos damos cuenta de que los mismos quedan con marcas o incluso manchados.
Sin embargo recientemente hemos encontrado que con una patata puedes lograr que tus vidrios y espejos queden con un nuevo, incluso con un brillo increíble. Al contrario de lo que puedas estar pensando, la patata limpia y no ensucia. Esto se debe a que la misma tiene en su interior almidón, una sustancia que hace brillar superficies como los cristales, los espejos y los azulejos.
¿Cómo limpiar un vidrio con una patata?
El primer paso será cortar una patata por la mitad y pasarla por la superficie que quieras limpiar, en este caso será un vidrio. Una vez hecho esto debes esperar entre 15 y 30 minutos para que el almidón que se ha desprendido de la patata impregne bien el espejo y le dé tiempo a secarse.
Una vez que haya pasado el tiempo, rocia con agua toda la superficie para que el almidón de la patata se aclare. Luego utilizando una bayeta, un trapo o lo que tengas a mano, limpia la superficie. Rápidamente verás que la superficie queda impecable y que incluso en la misma no quedan marchas ni manchas.
Para poder limpiar los vidrios y los espejos puedes usar cualquier tipo de patata. Lo importante es la cantidad de fécula y almidón que la misma desprenda. De todas formas cuando retires el almidón del vidrio o del espejo, intenta utilizar algún elementos que no dañe la superficie o que no deje marcas ni manchas.