La piel produce grasa de forma natural para evitar la resequedad, pero cuando hay una producción excesiva, esta desencadena en un aspecto más húmedo y brillante, el cual se denomina piel grasa. Esto sucede porque las glándulas sebáceas tienen una sobreproducción de sebo.
La ansiedad, las presiones y el estrés son las principales desencadenantes de que la piel se torne grasa. Esto se debe a que el estrés comienza a segregar una hormona llamada cortisol, la cual provoca inflamación en la piel. Es por eso que utilizar maquillajes de calidad y saber maquillar la piel ayudan a que nuestra piel grasa luzca mejor. En el siguiente artículo te enseñaremos a maquillar correctamente la piel grasa.
El primer paso es realizar una excelente limpieza facial. De no hacerlo, la suciedad acumulada en ella obstruirá los poros y aparecerán granos e infecciones. Además de que la piel perderá luminosidad. Estos problemas son más intensos en la piel grasa, por la cantidad de secreción sebácea que tiene y que afecta además al tamaño de los poros, que se agrandan y profundizan si no se controla.
El mejor limpiador para una piel grasa es aquel que puede retirarse con agua, gel, leche de limpieza o jabón, y su textura debe ser ligera. Lo importante es no dejar residuos de ningún producto en nuestra piel. Después de cada limpieza, se recomienda usar un tónico apto para pieles grasas. El tónico ayudará a cerrar los poros y a matificar el brillo característico de la piel grasa. Puedes incorporar también una crema exfoliante, la cual ayudará a reducir la acumulación de sebo y a estimular la regeneración celular.
El próximo paso será utilizar una prebase de maquillaje para disimular el poro y unificar la piel o bien un primer a base de siliconas que matifique muy bien la piel grasa. Siempre aplica poco producto e intensifica en las zonas donde veas que hace falta más producto. No apliques mucho producto de golpe porque si no la piel se verá más brillante y grasosa de lo normal.
Por último aplicaremos polvos sueltos o polvos compactos. Los mismos ayudarán a fijar y matizar la base. Además, sirven para reducir la oleosidad característica de la piel grasa. Recuerda aplicarlos sólo en las zonas con tendencia a brillar, como suelen ser centro de la frente y nariz. Porque, si los aplicamos, indiscriminadamente, por todo el rostro, sólo conseguiremos dar a la piel un aspecto mate muy artificial.