Cuando apenas nos despertamos y tendemos a mirar el clima y fijarnos si hay sol o no; pero cuando inmediatamente vemos que es un día gris sabemos que va a ser un día largo y difícil. El clima gris tiende a generarnos tristeza y desanimo a muchos de nosotros, vemos todo oscuro.
Y es que no solo el gris del ambiente y la falta de luz nos ponen decaídos si no que a nivel biológico no se producen unas reacciones químicas que nos activan en los días soleados y por eso andamos de esa manera. En Panorama te vamos a contar que sucede a nivel biológico que nos hace estar de esa manera.
El cuerpo humano funciona según los ritmos cardíacos, que aparte de cumplir otras funciones ayudan a relajar nuestro cuerpo y poder dormir. La luz solar le indica a nuestro cuerpo que ha llegado la noche y debemos descansar. En cambio, cuando hay una mayor iluminación en el clima, los ritmos cardíacos se aceleran para activarnos y que podamos afrontar la jornada bien despiertos.
Existen además dos sustancias que ayudan al ánimo, la melatonina y la serotonina. La serotonina se la conoce como la hormona de la felicidad. La falta de iluminación influye, en la segregación de serotonina, disminuyendo sus niveles de presencia en nuestro organismo. De este modo, es una cuestión biológica el hecho de sentirnos más tristes y decaídas cuando falta luz.
La melatonina es otro compuesto químico que segrega nuestro organismo y que depende de la cantidad de luz solar que recibamos. Cuando anochece se produce una liberación mayor de esta hormona que provoca una disminución de la temperatura de nuestro cuerpo, nos relaja y no induce al sueño. Por esta razón, en los días grises con poca luz solar se produce un proceso de liberación de melatonina similar al de cuando oscurece, que desactiva nuestro organismo y hace que nos sintamos más apáticas y más desganadas.