La felicidad es una meta que todos tenemos como seres humanos. Cuando tenemos hijos nuestra ganas de que sea feliz se multiplica por mil. Es normal querer proporcionarles todo lo que este en nuestro alcance para que nuestro niño sea feliz pero por ahí no es lo más conveniente. En Panorama te contamos cuales son los secretos.
Pasa tiempo de calidad con tus pequeños. En el dia a dia pasamos mucho tiempo haciendo cosas del trabajo y por ahí no nos tomamos un tiempo para pasar con nuestros hijos. La clave es pasar tiempo de calidad y no cantidad. Es hacerle sentir al niño que sus padres se interesan en él y que lo quieren y disfrutan de su compañía.
Permitir dejar salir los sentimientos. Por ahí como padres queremos que nuestros hijos estén siempre felices y bien, pero tenemos que tener en cuenta que ni siquiera nuestra vida es así. Existen momentos en los que estamos tristes y es normal, porque es un sentimiento que viene incorporado en nuestra cabeza. Déjalo que sienta tristeza o enojo por las situaciones.
Reconoce sus esfuerzos y ayúdale a que aprenda de sus fracasos. Como padres debemos felicitar a nuestro hijo por su esfuerzo, eso lo motiva a seguir adelante y confiado de lo que está haciendo. Como todos en la vida las cosas no nos salen siempre bien por eso es importante reconocer en que nos equivocamos y cómo podemos mejorar la situación, esto ayuda a poder a fortalecer la tolerancia a la frustración.
No les des todo lo que quieren. Muchas veces hemos escuchado las frases de “quiero que mi hijo tenga todo lo que yo no tuve” o bien “si puedo comprárselo, ¿por qué negárselo?” y estas prácticas no son de lo más recomendable ya que el niño aprende a que hay veces que las cosas que queremos no se van a poder realizar.
Marca límites. Los niños necesitan límites por los cuales moverse. Es importante que sepa cuales son para poder desarrollarse de la mejor manera. Cuando los límites no son claros o dudamos al ponerlos, estamos dejándolos en gran desventaja para enfrentarse al mundo real.