La aspirina debe ser uno de los medicamentos más populares alrededor del mundo. Con una probada eficacia como analgésico, tiene algunas propiedades poco conocidas. Una de esas propiedades es que si la usamos en una mascarilla tiene grandes beneficios para nuestra piel, en particular para el rostro.
Aplicar una mascarilla a base de aspirina es muy eficaz como exfoliante. Además, entre sus grandes beneficios, nos ayuda a eliminar células muertas del rostro, a combatir el acné, a eliminar impurezas y a disminuir las tan odiadas manchas sobre el rostro. En síntesis, es una gran aliada para nuestra salud dérmica.
Sin embargo, antes de aplicar una mascarilla a base de aspirina te recomendamos que tengas algunas precauciones. Primero, si tienes la piel sensible o eres alérgica, evita su uso. Segundo, siempre es bueno probar primero en alguna zona del brazo, para ver cómo reacciona nuestra piel (espera unos minutos para observar si sigue todo normal). Si tienes dudas, lo idea es una consulta con un dermatólogo para que te guíe.
Bueno, vamos a la los pasos para preparar una mascarilla a base de aspirina. Busca 5 aspirinas y colócalas en un tazón con unas tres cucharas grandes de agua. Espera unos minutos para que se ablanden y luego mezcla y aplasta. La idea es formar una pasta que luego esparciremos por nuestro rostro. Importante: recomendamos hacer este procedimiento por las noches, ya que exponerse al sol con la mascarilla podría provocar irritación.
Por si no lo sabías, agregamos otro tip, ya que siempre, antes de aplicar cualquier producto sobre el rostro, primero lavamos bien la zona de la cara. Al momento de aplicar, lo hacemos con movimientos circulares evitando la zona de los ojos. Para que la mascarilla de aspirina funcione, dejamos actuar entre 10 y 15 minutos. Luego, enjuagamos y limpiamos con agua tibia.