Según la Asociación Americana de Cáncer de Piel las personas con la tez sumamente blanca son las que tienen un mayor riesgo de contraer cáncer ante una gran exposición al sol, contrario a lo que sucede con las personas con tez más oscura quienes son menos propensas a esta enfermedad.
Una de las pieles más sensibles por supuestos es la de los niños: “la piel sensible al sol se manifiesta de muchas formas; puede estar subdesarrollada (el caso de los niños), inflamada (debido a un proceso cutáneo, como la dermatitis atópica en la cara o cuerpo o el acné), dañada (por medicación o tratamientos dermatológicos) o simplemente ser la respuesta natural de una tez muy clara en una persona”
Otro consejo para evitar complicaciones, independientemente de la piel de uno, es no utilizar máquinas o lámparas para broncearse. La ciencia a demostrado que 15 minutos expuesto a este tipo de rayos artificiales equivalen a un día completo a los rayos del sol lo que supone un daño irreparable para la piel y serios riesgos de contraer cáncer de piel por lo que es sumamente importante evitar esas prácticas a la hora de buscar broncear la piel.
En qué casos debemos cuidar especialmente nuestra piel. Principalmente cuando esta cuenta con muchos lunares, lunares irregulares o lunares grandes. Las pecas también son un factor muy importante a tener cuidado y se deben proteger en gran medida a la hora de broncearse con el sol. Aunque parezca increíble las personas con ojos azules o verdes, los rubios o pelirrojos y el pelo también tiene un factor importante ya que si tienes el pelo castaño claro también debes tener un especial cuidado con su piel
Son muchos los factores a tener en cuenta a la hora de tener más o menos cuidado con respecto a la exposición al sol ya que no todas las pieles se ven afectadas de la misma manera por los rayos UV del sol.