El verano está a la vuelta de la esquina. Las temperaturas ya invitan a cambiar la lana por tejidos más ligeros. De la mano viene engorroso cambio de armario. Un proceso casi siempre necesario sobre todo si hay poco espacio en casa, aunque dé en ocasiones pereza. Por suerte, realizar el cambio de armario puede convertirse en algo fácil si se siguen unos sencillos pasos.
Para combatir el estrés y la desidia que nos provoca el cambio de armario por temporada y hacer de esa tarea algo entretenido, te brindamos tres trucos indispensables, no solo para entretenerse sino para que ese tiempo se haga más corto.
La actitud es muy importante
El estado de ánimo con el que te enfrentes a la jornada de cambio de armario puede marcar la diferencia entre que te lleve más o menos tiempo o, incluso, en que puedas llegar a disfrutarlo o todo lo contrario. Puedes poner música, escuchar un podcast o un audiolibro mientras lo haces. Algo que te anime y te haga sentir bien.
Vacía el armario
Saca toda la ropa que tienes en perchas y la que está en los cajones. También la que tienes guardada en las cajas para sacar. Vestidos, pantalones, camisetas, jerseys, colócala toda en un montón. Esto te sirve por un lado, para ver la cantidad de prendas que tienes en tu armario y, por otro, para revisar una por una las que te quieres quedar y las que no.
Selecciona
Ha llegado el momento de elegir prenda por prenda y decidir que se va a hacer con ella. Lo ideal es que las vayas amontonando por categorías; las que no sean apropiadas para esta temporada guárdalas en la caja donde irá todo lo de invierno; la ropa que no te hayas puesto, que ya no te sirva, que ya no te guste o sencillamente, que no te haga sentir bien pero esté en buen estado, métela en una bolsa para donar; finalmente, la ropa que esté muy gastada y no se pueda aprovechar, tirala. Tu armario quedará como nuevo.