Las alergias es algo común en esta época del año. Con la llegada de la primavera es habitual que también los ácaros sean nuestro peor enemigo y esten en nuestro entorno. Esta patología sucede porque nuestro organismo rechaza y nos produce la mucosidad en nuestra nariz.
Los ácaros son insectos muy diminutos que suelen estar en el polvo que respiramos. Es muy sencillo saber si eres alérgico a este tipo de inconveniente. Los síntomas más comunes en las personas son la secreción nasal, estornudos y fiebre de heno. Presta atención.
Hay que estar atento si nos encontramos cerca del polvo nos puede dar estos síntomas. El goteo de la nariz y los ojos llorosos o con picazón son el fiel reflejo de que eres alérgico a los ácaros. También te puede dar congestión nasal, tos y hasta la piel se puede transformar en azulada.
Si se padece algunos de estos síntomas lo recomendable es asistir al médico para combatir la alergia. Así será necesario prevenir y proteger nuestro sistema respiratorio con medicación. Aunque parece algo normal con el paso del tiempo puede transformarse en algo peor.
Los ácaros no son sencillos de ver a simple vista y son los principales responsables de las alergias. Estos insectos son de la familia de las garrapatas y las arañas. Habitualmente se desarrollan en ambientes cálidos y húmedos y en sectores como la ropa de cama, alfombras y tapizados.