Elegir un zapato cómodo es muy importante, porque si no hay una buena elección lo recordaremos cada vez que los pies nos ardan del dolor. Para hacer una buena elección sin que tengamos dejar de lado el gusto estético, hay una serie de consejos a tener en cuenta y te mostraremos cuáles son.
Horma
La horma del calzado es una de las claves que nos ayudarán a elegir mejor y evitar que, tras un día largo en la oficina, odiemos los zapatos que compramos. Es importante que no sean demasiado estrechos en la punta, ya que puede generar futuras deformaciones y juanetes. Otro dato clave: no pienses que si es estrecho va a ceder. Un calzado de buena calidad no debería ceder nunca.
Material
Los materiales con los que está fabricado un calzado son muy importantes para la salud y el cuidado de nuestros pies. Una de las claves es que sean materiales que permitan “respirar” al pie. El objetivo es que sean transpirables, evitar la humedad y la posibilidad de que surjan hongos.
Suela
La capacidad de amortiguación de la suela de un zapato es una información que debemos sumar para hacer una compra inteligente. Debemos indagar si es una goma flexible y si es demasiado blanda. También es importante detectar si el grosor es demasiado fino. En el caso de analizar la suela, es aconsejable que sea de un material antideslizante, para evitar un mal rato o una posible caída.
Talla
Más allá de que todo el mundo parece saber qué talla es, a veces el tamaño exacto cambia según las marcas. Otra clave es que, si vas de compras al final del día, es posible que tus pies estén hinchados y el calzado no quede igual al otro día por la mañana. El mejor tip es siempre probar el calzado de pie.
Tacón
Antes de elegir un zapato con tacón alto debes probarlo. No arriesgues, el calzado debe amoldarse al pie y no al revés. Es preferible una tacón bajo y ancho, pero a veces la moda no entiende de comodidad. Si es de tacón largo, lo ideal es que no pase de los 5 centímetros.