El plátano es ese tipo de fruta que a conquistado el mundo. Se puede consumir en fresco y es delicioso un nutritivo. A su vez, dentro de la gastronomía, se ha ido complementando en miles de recetas distintas, desde distintos lugares del planeta.
El plátano está lleno de propiedades. Es rico en magnesio, potasio, ácido fólico y sustancias astringentes. Además, posee betacaroteno y, sobre todo, vitaminas del grupo B. También aporta ácido fólico, vitamina C y vestigios de vitamina E. Y tiene una gran virtud a la hora de incorporarlo a una dieta: genera saciedad. De paso, desterramos un mito: 100 gramos de esta fruta aportan 90 calorías, que es la misma cantidad que aporta una manzana mediana.
Combate el estreñimiento
Con un alto contenido de fibra, el plátano ayuda a mejorar el tránsito intestinal. Es otro mito pensar que puede retrasa los procesos digestivos, todo lo contrario. Consumir esta fruta 20 minutos después de cada comida previene el estreñimiento.
Protege el corazón
Los plátanos son grandes aliados a la hora de generar un escudo protector para el corazón. El aporte de potasio es clave, ya que es un mineral importante para el funcionamiento cardíaco. Si equilibramos el potasio con bajos niveles de sodio, se favorece a la circulación sanguínea.
Pérdida de peso
Como anticipamos, el plátano tiene una variedad de beneficios para el cuerpo. Uno de ellos es ser un aliado para bajar de peso. Su efecto saciante es clave a la hora de implementar una dieta. A su vez, es gran aportante de fibra y vitaminas.
Alivia la acidez
El plátano tiene un suave efecto antiácido. Es recomendable ingerir al menos una porción si hemos consumido previamente comidas pesadas, irritantes o muy abundantes. Una porción de esta fruta generará relajamiento casi inmediato en el tracto digestivo.