La falta de hidratación en el cuerpo tiene muchas consecuencias. Una de ellas, que es de las más molestas (siempre que el cuadro no sea grave), es tener codos y pies resecos. Es una sensación muy desagradable al tacto y a la vista, pero hay humectantes caseros que nos vienen muy bien, antes de gastar dinero en cremas cosméticas.
Si detectamos que tenemos codos y pies resecos, lo primero que tenemos que hacer es verificar cuánta agua estamos infiriendo por día. Si ya cumplimos o nos aproximamos a los dos litros por día, no nos preocupemos por la resequedad de la piel, se puede aliviar de manera simple.
Una de las razones por la que codos y pies se van resecando es por el avance de la edad, ya que, con el paso de los años, la piel se va engrosando. Para evitar esta situación lo mejor es usar cremas humectantes. Pero si queremos evitar esos productos con tantos químicos y conservantes, lo mejor es una opción casera.
Una de las mejores opciones que encontramos para fabricar un humectante casero que ayude a alisar nuestros pies y codos es una receta con dos ingredientes simples. Hablamos de una mezcla de miel y limón. Para comenzar, mezclar una cucharada de miel (orgánica si es posible) con 10 gotas de limón. Se creará una especie de melaza que podemos extender sobre codos y pies. Dejamos actuar 10 minutos y luego limpiamos con abundante agua tibia.
Realizar esta práctica de manera periódica por una semana empezará generar cambios para olvidar la resequedad en codos y pies. De todas maneras, recomendamos hacer un proceso previo de exfoliación en las zonas de aplicación, que se puede hacer en la ducha. Además, un truco que potenciará el poder de esta crema de miel y limón es la aplicación posterior de algún gel de aloe vera, que ayudará a recuperar el color de nuestra piel.