No nos agrada, pero en verano no queda otra que convivir con las picaduras de insectos. Al igual que nosotros, también les gusta salir con las temperaturas más agradables. Es casi inevitable pesar que podemos salir limpios de alguna picadura. Por esta razón, hay algunos errores que debes evitar si te pica un insecto.
Parte de la base para que una picadura no se complique ni nos arruine el paseo es saber cómo actuar. Claro que no todos los insectos provocan el mismo tipo de picadura, pero hay una base de lo que no hay que hacer que vale para todos. Es importante saber que, si hay otros síntomas además de la hinchazón o el ardor típico, se debe recurrir a ayuda médica. Sobre todo, si son síntomas como mareos, náuseas, vómitos, inflamación intensa de labios o desmayos.
Durante el verano podemos ser víctimas de mosquitos (con seguridad), abejas, avispas o garrapatas. Si nos pica una abeja es clave saber que dejarán el aguijón y es muy importante que lo quitemos con cuidado. Por su lado, las avispas pueden picar varias veces y no dejan clavado el aguijón. En tanto, las garrapatas son más complicadas y de ninguna manera hay que arrancarlas de un tirón.
Lo que no debemos hacer bajo ninguna circunstancia ante la picadura de un insecto es echar mano a remedios caseros de dudosa efectividad, como puede ser el uso de barro para calmar el dolor, ya que puede generar una infección. Por el lado de las garrapatas, ni se les ocurra usar vaselina para quitarla, mejor ir al centro médico. Tampoco se les ocurra tomar alguna medicación o antialérgico que no esté prescripto, salvo que tengamos muy en claro a qué somos alérgicos.
La regla general ante una picadura de insecto es limpiar la zona con agua y jabón. Eventualmente, podemos aplicar frío por intervalos y sin que sea de acción directa con la piel, sino mediante alguna tela o dispositivo. Si la picazón, hinchazón o ardor persisten, acudir por ayuda médica.