A todos nos ha pasado que compramos mucha fruta para el verano pero con el paso de los días no la consumimos y se nos echan a perder. Algunas veces las dejamos expuestas en la cocina y con el mismo calor o a temperatura ambiente se comienzan a pasar de maduración y se pudren.
Una táctica para evitar que eso suceda es colocar todas las frutas directamente en la nevera para prolongar un poco más su buen estado, el asunto es que hay frutas que no soportan bien en frío y se terminan pudriendo de igual modo. Es por ello que es muy recomendable saber cuales son las frutas que soportan el frío de la nevera y cuáles no para no cometer errores.
Por ejemplo, existen las frutas como los kiwis, peras, ciruelas, mangos y melones que se recolectan cuando aún están en su proceso de maduración por lo que es mejor mantenerlas a temperatura ambiente, el frío de la nevera podría afectarlas y dañarlas llevándolas a pudrirse. Estas frutas puntualmente no deben ser ingresadas a la nevera.
Otro alimento que es muy sensible y pierde sabor en la nevera al punto de echarse a perder es el tomate. Siempre solemos poner el tomate en los cajones de la nevera cuando en realidad tendríamos que dejarlos a temperatura ambiente para que continúen con su desarrollo normal. Mismo caso para los melones y las sandías los cuales siempre son puestos en la nevera y esto solo los empeora porque necesitan temperatura ambiente, eso sí, una vez cortados sí deben ir a la nevera ya que están expuestos.
Finalmente existe el caso de la manzana la cual puede ser conservada tanto fuera como dentro de la nevera aunque hay que saber que el frío puede darle esa textura arenosa que no es muy agradable