Existe una famosa frase que indica que los vinos mejoran con los años, y es completamente cierto, pero también es verdad que hay distintos tipos de vinos y hay algunos a los cuales mejor no hacerlos esperar tanto en algunos casos. Siempre hay que prestar atención especial al tipo de vino que hemos comprado ya que el trato que debemos tener para con ellos no es siempre el mismo.
Algunos vinos es mejor tomarlos cuanto antes porque el tiempo los arruina y luego son intomables. Este tipo de vino tiene el efecto inverso con el paso del tiempo y contrario a lo que todos piensan, se van deteriorando. Existen dos tipos de vino que rompen con la regla y mientras más tiempo lo tengamos en la cava de nuestra casa peor se irá poniendo. Son dos los casos emblemáticos, el primero son los vinos espumosos y el segundo son los vinos considerados jóvenes.
En el caso de los vinos espumosos, con el paso del tiempo estos van perdiendo gas carbónico. Debido a este hecho es que los expertos recomiendan efusivamente que sean consumidos en el mismo año de su compra o como tiempo máximo conservarlos por un tiempo no mayor de 2 años, de esta manera podremos beberlo en óptimas condiciones. Caso contrario perderán cuerpo y sabor.
Pasando a los vinos jóvenes, o también llamados “vino del año”, tampoco deben ser bebidos luego de tenerlos un año, pasado este tiempo corremos peligro de que comience a avinagrarse. Hay que conservarlos en espacios frescos, si tenemos una cava mucho mejor y muy poca luz. Los cambios de temperatura y mucha humedad también pueden interferir en nuestro vino.
Es por todo ello que debemos tener mucho cuidado con el tipo de vino que compramos, porque quizá pensamos que estamos mejorando nuestro vino con el paso del tiempo y simplemente lo estamos arruinando.