Antes de aplicar cualquier base de maquillaje se necesita que tu piel esté lo más limpia posible. Así dejamos de lado todo tipo de residuos que pueden obstaculizar y no aparezcan esos puntitos en tu cara. Así tu rostro perderá brillo y nada que envidiarle a la piel de porcelana.
La primera tarea es aplicar una pre base de maquillaje que resulta fundamental para que tu piel luzca lisa. Esta base debe ser distribuida en una cantidad mínima. Luego utiliza tus dedos para aplicarla en forma correcta y no termine dura en tu rostro.
El segundo paso es agregar una capa de corrector debajo de las ojeras. Es necesario usar polvos blancos para que dure mucho más tiempo. Mientras que en los labios lo aconsejable es utilizar colores vivos como rosa, naranja y rojo.
En el caso del rubor solamente debemos aplicar una porción pequeña para esparcir por los pómulos. Tras realizar todo esta preparación para el maquillaje es hora de pasar un hielo por tu cara. Esto debe estar cubierto por una tela para que no aplicarlo directamente sobre la piel. Unos tres segundos son suficientes en tus pómulos, nariz y frente.
El hielo es una gran elemento que te ayudará a tener una mejor textura y evitar los poros abiertos. También es beneficioso para quitar un poco de brillo y lucir una piel tipo porcelana. Así se aplica en forma correcta la base de maquillaje para olvidarse de los poros abiertos.