Durante el verano siempre buscamos que nuestro cabello se vea más iluminado, ya que de esta forma nuestro bronceado se verá más acentuado. Lo cierto es que muchas veces no sabemos qué tinte de cabello aplicarnos o qué técnica aplicar. Es por ello que hoy te hablaremos de dos técnicas que son similares pero que guardan muchas diferencias entre sí.
Estamos hablando de las mechas balayage y las mechas californianas. Las primeras surgieron en Francia en la década de los años 70, y a diferencia de una mecha tradicional, la aplicación del decolorante suele ser unos centímetros más abajo de la raíz del pelo, con un barrido por los mechones del pelo para aclarar con delicadeza el color del pelo, mezclándolo con el color natural hasta las puntas.
Las mechas balayage también logran conseguir un pequeño efecto degradado, ya que las puntas suelen ser más claras, pero nada que se compare con el resultado que se logra con las californianas o las mechas clásicas. Lo mejor de las mechas balayage es que no necesitan mucho mantenimiento ni cuidado, ya que no se ve afectada la raíz.
En cuando a las mechas californianas, las mismas fueron creadas a principios de los años 2000 en California (como dice su nombre). Estas mechas están inspiradas en los sufistas americanos que tenían el pelo quemado por el sol y la playa, dando como resultado unas puntas rubias. Por eso este estilo es uno de los más pedidos durante el verano.
La principal característica de las mechas californianas es que conservan las puntas rubias e iluminadas y la raíz en su color natural, no se decolora tan cerca de la raíz como la anterior, se aplican en la mitad del pelo, bastante concentrada en los extremos del pelo. Además, aquí no se busca una mecha con acabado delicado, pero si se espera mucha iluminación.