El cambio de sábanas y toallas en el hogar es una tarea usual, pero siempre hay dudas sobre con qué frecuencia hay que hacerlo. No hacer el recambio a tiempo puede terminar generando problemas para la salud de los integrantes que habitan la casa. Por esta razón, haremos un repaso para tener en claro en qué momento hacer el cambio.
En el caso de las toallas, el sentido común nos lleva a pensar que el recambio debe ser más frecuente. En el caso de las toallas de manos, su uso es frecuente, por lo que la humedad que juntan tarda más tiempo en evaporarse. Es por esto que son, potencialmente, un foco más atractivo para las bacterias.
Los especialistas en cuidados del hogar sostienen que uso de toallas de mano de debería exceder los 5 usos diarios. Es posible que esto no suceda, por eso deberíamos prestar más atención, sobre todo porque estas toallas reciben otro tipo de restos, como mucosidad, sudor o pequeñas muestras de sangre. La recomendación para una familia estándar es que su cambio sea diario.
Además, si las toallas están por demasiado tiempo con humedad tienen a generar mal olor. En el caso de las toallas para la ducha, su recambio no debe ser diario, pero no debería exceder los 3 días. Estas conductas se convierten en una buena acción preventiva y saludable.
En el caso de las sábanas, lo ideal es lavarlas cada 2 semanas, como mucho. Si tenemos sábanas de recambio, la frecuencia de recambio tendrá que ser semanal. Claro que hay excepciones, como el caso de enfermedad, donde se recomienda el cambio inmediato una vez que recuperamos un buen estado de salud, sobre todo si ha habido sudoración. Para las sábanas, también deberemos tener en cuenta si somos personas que transpiran mucho y prever varios juegos de sábanas listos para el recambio.