Nuestro rostro requiere de ciertos cuidados que tienen que ver con mantenerlo joven y libre de imperfecciones. Si bien, en la industria de la belleza hay cientos de productos que nos ayudan con esto, a veces es necesario olvidarse un poco de los productos químicos y recurrir a ingredientes naturales, que tendrán el mismo y hasta un mejor efecto sobre nuestra piel.
En el grupo de los ingredientes naturales más eficaces para nuestra piel se encuentran dos muy especiales por la cantidad de beneficios que pueden proveernos. Estos son el aceite de coco y la miel de abejas. Hay muchas mujeres que no están familiarizadas con estos elementos. Ambos poseen excelentes propiedades que cuando las combinamos, creamos una crema facial que traerá muchos beneficios a nuestro rostro.
Cómo ayudan el aceite de coco y la miel de abeja a nuestro rostro
Al combinarse estos dos ingredientes naturales, no solamente hidratarán nuestra piel, evitando la resequedad de esta, sino que también la limpiarán profundamente. Además, el aceite de coco impedirá la producción excesiva de grasa y es un antioxidante que contribuye a que nuestras células estén sanas. Es una combinación ganadora para todas.
Cómo preparar el tratamiento para que nuestro rostro se vea más joven
El tratamiento con miel de abeja y aceite de coco es fácil de preparar y no requiere mucho tiempo. Se debe aplicar entre dos y tres veces a la semana y nos ayudará a que nuestro rostro se vea mucho más joven, minimizando imperfecciones y proveyendo de salud a nuestra piel. Para prepararlo se necesitan los siguientes ingredientes:
- 3 cucharadas de aceite de coco orgánico (30 gramos)
- 2 cucharadas y media de miel de abejas (25 gramos)
Una vez que tenemos los ingredientes naturales hay que colocar las dos cucharadas de aceite de coco en un recipiente y mezclarlo con miel. Una vez que la mezcla esté espesa, se debe calentar en un microondas unos 30 segundos o calentarlo a baño María hasta tener una mezcla similar a la de una crema.
Una vez que lo tengamos, esperar hasta la noche para su aplicación y después de que se haya retirado el maquillaje y limpiado el rostro. Hay que dejar actuar durante 20 o 30 minutos y luego enjugar con abundante agua y jabón neutro. El proceso se debe repetir dos o tres veces a la semana.