Durante siglos los efectos de dar y recibir un abrazo han sido desconocidos por la mayoría de las personas. Resulta que poco se sabía en el universo de la ciencia acerca de cuáles eran los beneficios para las personas de abrazarse. Gracias a innumerables pruebas y estudios científicos hoy conocemos que produce en el cerebro humano un abrazo.
Cualquier persona puede dar y recibir un abrazo, simplemente hay que querer hacerlo. Esta acción que parece tan sencilla posee innumerables beneficios para la salud ya que al realizarse activa en el cerebro una hormona llamada oxitocina, también conocida como la hormona de la felicidad. En tiempos como estos donde la felicidad parece ser algo a lo que todos buscamos poder acceder, hacerlo de forma tan simple como dando o recibiendo un abrazo puede parecernos un disparate.
Hace algunos años se desarrolló un experimento en la Universidad de California, donde se monitoreo el funcionamiento del cerebro de personas voluntarias. Mediante estudios de resonancias magnéticas pudieron detectar que al abrazar durante aproximadamente 20 segundos el cerebro comenzaba a producir oxitocina y por consecuencia aumentaba la sensación de bienestar en los voluntarios.
La oxitocina es una hormona muy conocida por las mujeres gestantes ya que esta se activa a la hora de dar a luz a los bebés, aumentando en las mujeres una sensación de plenitud que las ayuda a que el cuerpo pueda realizar el parto. Esta hormona es importante también ya que mientras el cerebro más la produce comienza a disminuir la presencia del cortisol que es la hormona responsable de que sintamos estrés o tristeza.
Entonces ya sabes si no tienes un buen día o quieres sentirte mejor tienes la solución frente a tus ojos, solo tienes que abrazar o recibir un abrazo de alguien y dejar que tu cerebro comience a producir oxitocina para que puedas sentirte más plena, más feliz en apenas unos minutos.