Las vacaciones son un momento muy importante del año ya que es cuando aprovechamos a descansar y despejar la cabeza de todos los problemas y el cansancio del trabajo. La idea principal es pasar un buen tiempo en familia y disfrutar al máximo de su compañía. Muchas personas eligen realizar viajes en coche a sitios medianamente lejos de sus hogares y es allí cuando debemos pensar en cómo realizaremos ese tramo del viaje sin inconvenientes.
Si tenemos un hijo pequeño sabemos que este trayecto puede llegar a ser un poco complejo porque es casi imposible no contar con la presencia de las famosas rabietas de los niños. Es sabido que los pequeños necesitan espacio para moverse y jugar y si los sentamos en una silla pequeña en un espacio reducido como lo es el coche la desesperación del pobre niño comenzará pronto.
Muchos optan por viajar con el niño durmiendo pero también está comprobado que tarde o temprano por el mismo encierra el niño terminará por despertarse y esta opción no terminará de funcionar. Es por todo ello que en Inglaterra han desarrollado una fórmula que cuenta con algunos factores que intervienen en el motivo de estas rabietas y se puede calcular cuándo y porqué se produce la rabieta.
Es una realidad que esto no es una solución pero podemos estar más preparados y podremos intentar evitar mejor este tipo de rabietas que pueden ser un gran dolor de cabeza. Estas variantes están compuestas por entretenimiento, comida y presencia de hermanos. Los dos primeros factores ayudan a posponerlas o mitigarlas mientras que la tercera es un factor que las acelera o las genera.
La fórmula indica T = 70 + 0.5E + 15 F - 10S sabiendo que los niños tardan en promedio 70 minutos en explotar dentro del coche. De ahí parte la variante de los apetitivos, el entretenimiento y el factor de la presencia de un hermano. Cada minuto de entretenimiento son 30 segundos de tranquilidad y con aperitivos las rabietas se retrasan 15 minutos. Un hermano reduce hasta 10 segundos su sueño por minuto.