Luego de la pandemia muchos profesionales de la dermatología han coincidido en que las mujeres utilizan demasiados productos químicos que a la larga solo terminan por dañar la piel. El hecho de usar productos cosméticos para casi todos los tratamientos que realizamos sobre nuestro rostro puede generar severos problemas. Uno de las problemas más regulares es el fatídico acné que muchas veces se produce por los mismos aceites y grasas con los que cuentan estos productos.
Según las nuevas tendencias lo importante es simplificar los trabajos y las rutinas que tenemos con respecto al cuidado de nuestra piel, ya que muchas veces tanta dedicación puede ser contraproducente. Tanto contacto con toallitas, algodones y demás utensilios agregados a las cremas pueden generar piel sensible y daños irreparables.
Es por todo ello que la nueva tendencia es el Skin Cycling. Este es un proceso sumamente sencillo de llevar a cabo según la famosa cosmetóloga Bowe y que consiste en repetir un ritual para el cuidado de la piel que consta de cuatro simples pasos repartidos en cuatro noches distintas cuyo objetivo es conseguir el proceso de recuperación-regeneración de la piel.
Otra reconocida profesional de la dermatología, Estefanía Nieto, quien es directora de la firma Omorovicza afirma: "el principal beneficio está en que es una rutina de fácil aprendizaje que no requiere de un ritual diario demasiado sofisticado, sobre todo para quienes disponen de poco tiempo, y que permite no abusar de principios activos que puedan causar irritación, algo que puede suceder si, por ejemplo, exfoliamos la piel a diario, produciendo una sobre exfoliación de la piel y causando una posible irritación en el tejido.
Es cuestión simplemente de darnos cuenta de que muchas veces menos es más y que no hay que sobre exigir a la piel con tanto químico y que simplemente es cuestión de ordenarnos y realizar un trabajo consciente y constante.