Si tú crees que el arte de la manicura surgió hace 10, 20, 50 u 80 años atrás, lamentamos decirte que estás muy equivocada. El maquillar las uñas, embellecerlas y lucirlas frente a los demás comenzó hace miles de años atrás y si bien, hoy por hoy es una tendencia con muchísimos modelos, en sus inicios no tenían nada que envidiar a la actualidad.
Desde muchos atrás, hace unos 3000 años, en la Antigua China las manos ya eran una forma de expresar y mostrar la belleza de estas y de las mujeres dueñas de ellas. Es por ello que los chinas tenían su propia manicura y se dedicaban a cubrir sus uñas con esmaltes hechos a base de laca, gelatina y clara de huevo.
Pero no fueron los únicos. A lo largo de la historia también se ha encontrado que otras civilizaciones antiguas han tenido el mismo rito a la hora de la manicura. Esto ha sucedido con los egipcios, los romanos y los japoneses, que no solamente usaban el pintar las uñas como algo estético, sino también para dividir las clases sociales de la población.
De hecho, en el caso de los egipcios, una de sus figuras más conocidas, Cleopatra, pudo haber usado henna color rojo oscuro, según algunos estudios, lo que indudablemente haría de ella una mujer que, si viviera hoy, podría estar tranquilamente al frente de las tendencias de manicura.
Con el paso de los años y de los siglos, muchas de las tradiciones de estos pueblos fueron olvidándose y otras permanecieron, aunque en algunos casos, con ciertos cambios. En el caso de la manicura, dejó de dividir clases sociales y en el siglo XX, Cutex se convirtió en la primera empresa en desarrollar un esmalte de uñas líquido.
Era el año 1911 y este esmalte líquido se comercializaba en una botella que tenía tapa de corcho y que estaba acompañada de un pequeño cepillo que servía para aplicar en las uñas. La manicura actual, con esas incorporaciones, comenzaba a vislumbrar un futuro promisorio.
Pero hubo algunas personas que fueron sumamente importantes para que el esmalte de uñas se masificada. Una de ellas fue Michelle Menard. Esta maquilladora francesa es la responsable de que el esmalte tenga un tono brillante. En 1932, los hermanos Charles y Martin Revson, y el químico Charles Lachman, perfeccionaron la fórmula. Así Revlon se metía en la industria del esmalte de uñas y ya nada sería igual para millones de mujeres.
Entonces, ¿quién diría que, gracias a los antiguos chinos, a Cleopatra y a un grupo de personas hoy podemos disfrutar de una manicura en nuestras uñas que nos hacen ver tan bien y lucirlas en cualquier ámbito? A todos ellos, gracias, de parte de todas las mujeres.