El embarazo es un período de gran cambio y transformación en la vida de una mujer. Durante estos nueve meses, el cuerpo experimenta modificaciones significativas para acomodar al crecimiento del bebé. Una de las preocupaciones más comunes para las futuras mamás es cuánto peso deben ganar de manera segura durante ese tiempo.
Un estudio reciente, publicado en una prestigiosa revista científica como The Lancet, arroja luz sobre esta cuestión crucial y proporciona valiosas recomendaciones para garantizar un embarazo saludable.
Se llevó a cabo por un equipo de investigadores líderes en el campo de la obstetricia y la ginecología, se centró en evaluar el rango de ganancia de peso recomendado para las mujeres embarazadas. Tradicionalmente, varía según el índice de masa corporal (IMC) de la mujer antes de quedar embarazada. Pero, el estudio introdujo algunas perspectivas nuevas.
Los hallazgos principales del estudio sugieren que la ganancia de peso durante el embarazo debe ser más personalizada de lo que se creía anteriormente. En lugar de aplicar un enfoque de talla única para todas las mujeres embarazadas, el estudio considera varios factores individuales, como la salud de la madre, su IMC previo al embarazo y el crecimiento del feto.
Una de las conclusiones clave es que las mujeres con un IMC previo al embarazo bajo (por debajo de 18.5) se benefician de ganar más peso que las mujeres con uno más alto. El estudio encontró que un rango de ganancia de peso ligeramente mayor en estas mujeres tenía beneficios para el desarrollo del feto y la salud materna. Pero, es importante destacar que esto debe llevarse a cabo bajo la supervisión y recomendación de un profesional de la salud.
¿Qué dice el estudio?
Para aquellas mujeres con bajo peso se estima que pueden ganar entre 12,7 a 18 kilogramos durante el embarazo. Mientras que aquellas que sufren obesidad tienen un rango entre los 5 y 9 kilogramos según el estudio revelado por la revista The Lancet. Esta investigación fue realizada entre 45 mil mujeres y analizó datos recogidos durante 50 años por científicos de la Universidad de Pensilvania.
Para las mujeres con un IMC previo al embarazo en la categoría de sobrepeso u obesidad, el estudio sugiere un enfoque más conservador en la ganancia de peso. Limitar el aumento de peso en estos casos puede reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la salud, como la diabetes gestacional y la presión arterial alta.