La Organización Mundial de la Salud (OMS) es un referente en la promoción de la salud y el bienestar en todo el mundo. Sus recomendaciones, basadas en sólidas investigaciones científicas, a menudo son pautas importantes para mantener una vida saludable. Una de las más destacadas es la de realizar al menos 150 minutos de caminata a la semana, especialmente para las personas mayores. Pero, ¿por qué es tan importante?
En primer lugar, la caminata es una actividad física de bajo impacto que puede ser realizada por la mayoría de las personas mayores sin causar daño a las articulaciones o músculos. A medida que envejecemos, la movilidad tiende a disminuir, y el ejercicio de alto impacto puede resultar perjudicial. Esta es una alternativa segura y efectiva para mantenerse activo.
Uno de los beneficios más notables de caminar es su capacidad para mejorar la salud cardiovascular. La OMS señala que la actividad física regular, como la caminata, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y la enfermedad coronaria, que afectan con mayor frecuencia a las personas mayores. Caminar fortalece el corazón, mejora la circulación sanguínea y reduce la presión arterial, lo que puede ayudar a prevenir problemas cardíacos.
Además, caminar contribuye a mantener un peso saludable. En la tercera edad, es común que el metabolismo se ralentice, lo que puede llevar al aumento de peso. La caminata regular, combinada con una dieta equilibrada, puede ayudar a controlar el peso y prevenir la obesidad, que está relacionada con una serie de problemas de salud, como la diabetes tipo 2.
Otros beneficios de la caminata
La actividad física también beneficia la salud mental. Caminar libera endorfinas, que son neurotransmisores que generan una sensación de bienestar y reducen el estrés y la ansiedad. Además, promueve la interacción social, ya que las personas mayores pueden caminar en grupos, lo que fomenta la conexión con otros y previene la soledad.
La OMS no solo recomienda caminar por sus beneficios físicos y mentales, sino también porque es una actividad fácilmente accesible para la mayoría de las personas mayores. No se requieren equipos especiales ni un gimnasio, y se puede adaptar al nivel de condición física de cada individuo. Esto lo convierte en una opción ideal para aquellos que pueden tener dificultades para participar en actividades más intensas.