En un mundo obsesionado con las tendencias alimenticias y la búsqueda constante de alimentos saludables, es sorprendente descubrir que algo tan simple como la hierba, que alguna vez se consideró "el alimento de los pobres", emergió como una fuente invaluable de minerales y vitaminas para el organismo.
Durante siglos, las hierbas se utilizaron en diversas culturas por sus propiedades curativas y nutritivas, y hoy en día, esta antigua sabiduría se redescubre en un contexto moderno. Históricamente, se utilizó por su accesibilidad y disponibilidad en muchas regiones del mundo. A menudo se consideraba un recurso para las poblaciones de bajos recursos debido a su abundancia y facilidad de recolección.
Pero, lo que se percibía como una comida modesta demostró ser una fuente sorprendente de beneficios para la salud. La hierba es rica en una variedad de minerales esenciales, como el hierro, el calcio y el magnesio, que son cruciales para el funcionamiento óptimo del organismo. Además, contiene vitaminas como la vitamina A, la vitamina C y la vitamina K, que desempeñan un papel fundamental en el apoyo al sistema inmunológico.
Estamos hablando de las tagarninas, cuyo nombre científico es Scolymus spp., son plantas comestibles que se encuentran en algunas regiones de Europa y el norte de África. Son conocidas por diferentes nombres en distintas partes del mundo, como cardillos, tojo, o escardamujeres, y se han utilizado en la gastronomía durante siglos.
¿Cómo incluir esta hierba en las comidas?
Las tagarninas se utilizan en la cocina tradicional de algunas regiones mediterráneas. Pueden ser preparadas de diversas maneras, como hervidas, salteadas, en tortillas o como ingrediente en guisos y sopas. A menudo se las cuece antes de ser cocinadas para reducir su amargura. Su sabor es único y puede ser una adición interesante a una variedad de platos.
Se cree que las tagarninas tienen propiedades diuréticas y pueden ayudar en la digestión. Además, su contenido de fibra puede ser beneficioso para el sistema digestivo