En un giro inesperado en el caso que mantuvo en vilo a los amantes de los perros y a los seguidores de la famosa cantante y actriz Lady Gaga, una jueza de Los Ángeles, California, dictaminó que la estrella del pop no está obligada a pagar una recompensa de medio millón de dólares a Jennifer McBride, quien fue cómplice en el secuestro de sus amados, Koji y Gustav, en febrero de 2021.
La historia comenzó cuando los dos perros de Lady Gaga fueron robados durante un violento incidente en las calles de Los Ángeles, en el que el paseador de la artista, Ryan Fischer, resultó gravemente herido. McBride fue arrestada junto a otras cinco personas en abril de 2021 en relación con el secuestro de los canes. Su plan era aparentemente obtener ganancias mediante la venta en el mercado negro.
Jennifer McBride, después de ser arrestada, presentó una demanda en la que buscaba una recompensa de 500.000 dólares (477.000 euros) por haber devuelto a los perros. Además, pedía una cantidad adicional de un millón y medio de dólares, argumentando que Lady Gaga había cometido incumplimiento de contrato, fraude por promesa falsa y por tergiversación.
¿Qué dictaminó el juez por el secuestro de los perros?
Según los documentos judiciales a los que tuvo acceso la revista People, el juez determinó que Jennifer McBride no tenía derecho a beneficiarse de su participación en el secuestro de los perros y que, por lo tanto, tampoco a recibir la recompensa que la cantante había ofrecido.
Esta decisión legal fue un gran alivio para Lady Gaga y para aquellos que la apoyaron durante este complicado proceso legal. Además de evitar el pago de medio millón de dólares, la artista también se libra de las reclamaciones adicionales de McBride, lo que le permite cerrar este capítulo en su vida.
El amor de Lady Gaga por sus mascotas es evidente, y su reacción inmediata al secuestro de Koji y Gustav fue de angustia y preocupación. Ahora, con el caso legal resuelto a su favor, puede continuar cuidando y disfrutando de la compañía de sus queridos perros sin la sombra de la demanda sobre su cabeza.