Según la investigación publicada en la revista Journal of Child Psycholgy and Psychiatry, los problemas de sueño en los niños a temprana edad tienen que ver con la genética. La doctora Desana Kocevska y otro realizaron un estudio con más de 2400 pequeños de ascendencia europea que están afectados por este trastorno.
Las madres de cada niño fueron fundamentales al brindar la información entre niños de 1, 3 y 6 años. Mientras que para aquellos de 10 a 15 años se utilizó la escala de perturbaciones del sueño con una muestra de 975 pequeños. Los resultados arrojaron que se encontró un PRS-I alto y se asoció con una duración más extendida en su descanso.
Los expertos aconsejan establecer hábitos saludables para el sueño desde edad temprano. Así el niño se va acostumbrando a una rutina de descanso teniendo en cuenta si alguno de sus padres tiene insomnio. Durante el primer estudio comprobaron que este trastorno se puede presentar desde las primeras edades y es necesario actuar a tiempo para no tener problemas a futuro.
¿Cómo actuar si el niño duerme demasiado?
“Los niños genéticamente predispuestos al insomnio tenían dificultades para conciliar el sueño o se despertaban con frecuencia durante la noche”, confirmó la investigación realizada por el Journal of Child Psychology and Psychiatry. Entre los consejos de los expertos dicen no obligar a los niños a dormir en un horario temprano e intenta que descanse en horas razonables.
“Si por la mañana duermen hasta tarde y les cuesta despertarlos, entonces probablemente su ritmo circadiano interno esté retrasado. Y en lugar de luchar contra eso, intenta adaptarte a ello”, reconoció la autora del estudio.
“Tendemos a pensar que el insomnio se desarrolla más tarde en la vida, pero aquí mostramos claramente que los primeros signos de riesgo de insomnio en la edad adulta ya están presentes en la primera infancia”, destacó Eus van Someren, jefe del departamento de Sueño y Cognición del Instituto de Neurociencia de los Países Bajos.