Los vapores y la grasa hacen que los azulejos de la cocina se conviertan en una de las partes de la casa más sucias. Su limpieza no tiene relación solamente con que este ambiente de la casa esté impecable, sino que también guarda relación con una cuestión de higiene.
¿Cómo limpiar los azulejos de la cocina?
Los azulejos son un material muy resistente al calor y al agua, con una alta durabilidad y además son superficies fáciles de limpiar. La suciedad de los mismos se puede retirar con productos como el jabón de lavavajillas o el vinagre blanco de limpieza pero, cuando la suciedad acumulada se endurece, será necesario recurrir a detergentes más abrasivos como el amoníaco líquido, la piedra blanca de limpieza o un buen desengrasante comercial.
¿Con qué materiales se pueden limpiar los azulejos?
- Esponjas suaves.
- Trapos de microfibra.
- Mopa con mango extensible (para llegar a las zonas más altas).
- Cepillo de dientes (para limpiar las juntas).
Si la suciedad es suave: Jabón de lavavajillas, vinagre, bicarbonato y limón. Si la suciedad es dura: amoníaco, desengrasante o un limpiador de azulejos. Recuerda siempre tener a mano agua caliente y un par de guantes para no dañar tus uñas y tus manos. Tras retirar toda la suciedad, aclaramos con agua limpia y secamos con un paño de microfibra (no deja pelusas).
Procura siempre realizar esta limpieza con puertas y ventanas abiertas y haciendo uso de los guantes de limpieza que te mencionamos anteriormente. Esto se debe a que el amoníaco desprende olores muy fuertes, por lo que es vital que haya una excelente ventilación.