Brad Pitt ya no se conforma con ser una estrella de cine. El actor abrtió nuevos caminos profesionales y dado el salto al mundo de la cosmética y el antienvejecimiento, con una línea sostenible para el cuidado de la piel. Pero no lo ha hecho solo pues es acompañado por sus socios de Château Miraval, la familia Perrin, que son herederos de una de las sagas más importantes del mundo del vino.
Las cremas de la estrella de Hollywood se llama Le Domaine, nace de la investigación llevada a cabo durante más de dos décadas por dos eminencias científicas: el Dr. Pierre-Louis Teissedre y el Dr. Nicolas Lévy. Este último, reconocido investigador de enfermedades raras y genética molecular en Marsella, y referencia mundial en la investigación de la progeria o síndrome del envejecimiento prematuro.
Estos productos que comercia Brad Pitt es el descubridor de un nuevo y muy potente activo para el cuidado de la piel que reduce la toxicidad de este trastorno: el ProGR3®. Una combinación de resveratrol derivado de zarcillos de vid; apigenina del extracto de manzanilla; y catequina del té verde.
Sobre esta crema milagrosa, el Dr. Teissedre, enólogo, viticultor y especialista en salud, desarrolló el GSM10®: un activo con propiedades antioxidantes que combate la oxidación celular a través de un compuesto derivado de los orujos de uva orgánica, y que contiene las semillas de la uva garnacha, así como las semillas y la piel de las uvas syrah y monastrell de la familia Perrin.
La marca de Brad Pitt Le Domaine no pretende ser una marca de/para famosos. Es una gama de cosmética antienvejecimiento para cada hombre y mujer. Me encanta la idea de una línea sin género. Cuando lo creamos con los Perrin, coincidimos en que no queríamos un rostro que lo representara.