Los sueños pueden representar diferentes situaciones, lo que no significa que estemos hablando de eventos que pueden suceder en un futuro. Un sueño no tiene porqué ser vinculante o premonitorio. ¿Te ha sucedido de soñar alguna vez que tienes un amante? A continuación te contamos por qué puede pasar esto, según la psicología y la ciencia.
Si bien muchas veces soñar que tenemos un amante puede generarnos angustia y culpa, es más normal de lo que crees y de hecho le sucede a varias personas. Según un estudio realizado en el año 2020 por una plataforma de Estados Unidos, 21% de la población ha tenido este tipo de sueños en algún momento de su vida. Según la psicología y la ciencia, es importante entender por qué se dan ya que hay diferentes interpretaciones.
El amante con el que sueñas, ¿es conocido o desconocido? Esta es una de las primeras preguntas que suelen hacer los expertos a la hora de realizar un análisis, a pesar de sugerir no darle mayor importancia a este dato en el caso de tener pareja. Si la persona que aparece en tu sueño es un desconocido, esto podría significar algún tipo de anhelo o deseo. Además, a través de estas situaciones podríamos estar proyectando nuestros miedos, inseguridades o traumas que tenemos con nuestra pareja.
Por otra parte, si la persona que aparece en nuestro sueño es conocida para nosotros, la explicación puede ser otra. En general, este sujeto con quien engañamos en nuestros sueños a nuestra pareja puede mostrarnos características que sentimos que nos faltan y que desearíamos tener en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, soñar con un amigo puede significar que deseamos más alegría, cariño, sentido del humor o empatía.
En conclusión, según cada situación y contexto, las interpretaciones pueden ser varias. Los especialistas invitan a reflexionar en caso de que tengas este tipo de sueños ya que podrían estar manifestando inseguridades propias, inestabilidad o indecisión con nuestra pareja. Otra posibilidad es que estés buscando reactivar el fuego generado ya sea por aburrimiento o por la misma rutina. La terapia de pareja, la sorpresa, hablar sobre cómo te sientes o inclusive experimentar cosas nuevas, podría ayudar a recuperar lo que sentiste la primera vez que viste a tu pareja.