RECETAS

En simples pasos, prepara deliciosos macarrones con queso

Esta receta estadounidense es una de las más fáciles y rápidas de realizar. Lleva pocos ingredientes e incluso te puede salvar de cualquier ocasión.

Macarrones con queso.Créditos: Fuente: producción Panorama España
Escrito en ESTILO DE VIDA el

Una de las recetas más fáciles y rápidas de hacer son los macarrones con queso. Esta receta se popularizó en los Estados Unidos, e incluso muchas marcas venden cajas o bolsas para hacer esta receta en casa y en pocos minutos, pero hoy nos guiaremos por la receta de Paulina Cocina, una destacada chef de Argentina.  

¿Cómo hacer macarrones con queso?

Ingredientes:

  • 350g de macarrones (u otra pasta corta)
  • 3 cucharadas de mantequilla
  • 3 cucharadas de harina
  • 2 tazas de leche
  • 2 tazas de queso cheddar rallado
  • Sal al gusto
  • Pimienta al gusto
  • Pan rallado (opcional)
  • Aceite de oliva (opcional)
Macarrones con queso. Fuente: Pinterest

El primer paso para realizar esta receta de pasta consiste en precalentar el horno a 180°C (350°F). Hierve agua en una olla grande con sal y cocina los macarrones siguiendo las instrucciones del paquete hasta que estén al dente. Escúrrelos y resérvalos en un bowl. 

Luego tendrás que poner mantequilla a derretir en una olla a fuego medio. Cuando la manteca esté derretida, añade la harina y mezcla bien durante un minuto para hacer un roux (una especie de pasta espesa). Suma la leche y remueve para formar lo que se conoce en la gastronomía como roux. Cocina esta mezcla hasta que espese un poco, durante unos minutos.

Macarrones con queso. Fuente: Pinterest

A continuación, agrega el queso cheddar rallado a la mezcla de leche y roux. Revuelve hasta que el queso se derrita completamente y la salsa tenga una consistencia suave y cremosa. Añade sal y pimienta al gusto. Suma los macarrones que cocinaste previamente. 

Pasa toda la mezcla a una fuente para horno y espera a que el queso se gratine y se dore un poquito. Si quieres puedes sumarle un toque de pan rallado para que quede más crujiente. También puedes sumar aceite de oliva. Sirve en caliente, para que el queso siga derretido.