La ruda, esa planta que nuestras abuelas consideraban mágica, encuentra en su ubicación en nuestro hogar un significado profundo. No es solo una cuestión de estética o de seguir tradiciones, sino de aprovechar su influencia poderosa según las creencias populares y el feng shui.
Al ubicar la ruda a la derecha de nuestra casa, según las enseñanzas esotéricas, desencadenamos su potencial místico. Más allá de la mera elección visual, esta planta se convierte en una aliada en la armonización de energía y la protección de nuestro espacio vital.
Las hojas de ruda, ya sea en versión pequeña o grande, no solo aportan al paisaje de nuestro jardín, sino que también tienen propiedades medicinales. La infusión de hojas y flores amarillas no solo es un remedio para dolores de cabeza y malestares, sino también una herramienta para contrarrestar energías negativas.
Al conocer las especificidades de la ruda, comprendemos que su presencia va más allá de la estética. La ruda hembra y macho, con sus diferencias visuales, comparten un propósito común: ser guardianes de tu bienestar. Desde aliviar dolores hasta actuar como escudo energético, la ruda se revela como una aliada multifacética.
La ruda a la derecha de tu casa no solo es una decisión de diseño de jardín, sino un paso hacia la integración de la magia en tu hogar. Sus propiedades esotéricas se despliegan en esa posición estratégica, transformando tu espacio en un refugio que repele lo negativo y atrae lo positivo.