El ficus es una de las plantas de interior más elegidas para decorar el hogar. También es conocido científicamente como como ficus elástica, tiene más de 800 variedades y se caracteriza por su hermosa apariencia dada por su frondoso follaje. Si bien estamos hablando de una de las plantas más fáciles de cuidar y de mantener a través del tiempo, hay algunos aspectos básicos que debemos conocer para conservar correctamente esta fabulosa especie.
Cuidados del ficus
Expertos en jardinería comparten los siguientes consejos para mantener a un ficus fuerte y sano.
Iluminación
Este es uno de los aspectos más importantes. El ficus necesita de una luz brillante, pero que le de forma indirecta. Lo ideal es colocarlo cerca de una ventana o de un sitio en el que reciba luz solar de forma indirecta, durante varias horas del día. De esta forma tu planta podrá crecer correctamente. Ten en cuenta que debes evitar la exposición directa al sol, ya que podría quemar sus hojas.
Fertilización
Las plantas requieren distintos cuidados y tratamientos según la época del año. En el caso del ficus, asegúrate fertilizarlo mensualmente durante los meses en los que las temperaturas son más elevadas: primavera y verano. Prueba con fertilizantes equilibrados para plantas de interior. Esto le dará los nutrientes necesarios para que pueda crecer de manera saludable.
Riego
La cantidad de agua que reciba tu ficus será una pieza fundamental en su crecimiento. Lo recomendable es regar la planta cuando la capa superior del sustrato se sienta seca al tacto. Intenta mantener el sustrato húmedo, pero sin encharcarlo. Debes tener mucho cuidado porque un exceso de agua puede generar consecuencias negativas como enfermedades radiculares y problemas en las raíces.
Ubicación y temperatura
Presta atención a la humedad ambiental. El ficus se desarrolla mejor en sitios con niveles de humedad moderados. Utiliza un humidificador o colócalo sobre un plato con agua, de esta forma lograrás aumentar la humedad a su alrededor. Esto será necesario en los meses más fríos, ya que durante invierno los ambientes interiores están más secos por el uso de la calefacción.
Por otra parte, esta planta necesita estar en lugares con temperaturas estables. El ficus es sensible a los cambios bruscos de temperatura y si lo exponemos a esta situación, puede sufrir daños. Evita las corrientes de aire frío o de calores extremos. Lo ideal es mantenerlo en sitios con una temperatura que oscile entre los 18 y los 24 grados.