La limpieza de cristales, ventanas y espejos es sin dudas una de las tareas más complicadas de realizadas, ya que en muchas ocasiones terminan quedando con manchas blancas o marcas de la limpieza. Sin embargo a continuación te enseñaremos un truco infalible que dejará tus cristales impecables.
¿Cómo limpiar cristales y ventanas?
Opción 1
La primera opción es mezclar amoníaco, agua y jabón de lavavajillas. El amoníaco es un potente limpiador de cristales y superficies. Sin embargo hay que tener en cuenta algunas precauciones antes de usar, como por ejemplo usar guantes y no manipularlo cerca de la cara, ya que puede ser muy peligroso.
Mezcla los ingredientes mencionados anteriormente en un bowl o recipiente y aplícalo con con paño de microfibra en todos los cristales, vidrios y espejos que quieras dejar relucientes. Notarás como la grasa y la suciedad se desvanece rápidamente. Sobre las cantidades, este limpiador de cristales tiene que tener un 70% de agua, 30% de amoníaco y una cucharadita de jabón líquido.
Opción 2
Otra opción es utilizar un limpiador multiusos Triple A. El mismo es un producto casero que se realiza en base a amoníaco, alcohol y agua, todo a partes iguales. Tras aplicarlo sobre los cristales, pasamos el trapo hasta dejar los cristales limpios y brillantes. No requiere de aclarado.
Opción 3
También puedes limpiar tus cristales con alcohol isopropílico, también conocido como alcohol de limpieza. En este caso, rocía alcohol en un paño humedecido y pásalo por los cristales con movimientos firmes y constantes, siempre en vertical (de arriba hacia abajo).
Opción 4
Por último te aconsejamos realizar una mezcla con vinagre blanco, jabón líquido y agua caliente. El vinagre es un producto de limpieza natural, ecológico y con un grado de acidez perfecto para acabar con el moho y las manchas más complicadas. Esta mezcla te ayudará mucho en aquellos cristales que tienen moho, manchas amarillas, etc.