TRUCOS DE BELLEZA

Trucos de belleza que realizaban nuestras abuelas y que todavía son un éxito

Las abuelas cuidaban su piel con productos específicos o con lo que tenían a manos.

Abuelas.Créditos: Fuente: Pexels
Escrito en ESTILO DE VIDA el

En el siglo pasado la cosmética no estaba tan avanzada como ahora, pero nuestras abuelas cuidaban su piel y su cuerpo con lo que tenían a mano, y muy mal no les iba. Es por ello que en el siguiente artículo te mostraremos algunos trucos de belleza que realizaban nuestras abuelas y que todavía son un éxito.

Uno de los trucos de belleza más efectivos que tenían nuestras abuelas consiste en no lavarse el rostro por la mañana a penas nos despertamos, ya que la piel larga aceite por los poros, el cual es súper saludable y humectante para la piel. Se recomienda esparcir este aceite por el rostro y lavar el mismo unas horas después. Incluso la actriz Salma Hayek aseguró en una entrevista que su abuela le enseñó este truco y es así como cuida la piel.

Otro truco de las abuelas que nunca falla para cuidar los labios es aplicar vaselina Gal, un producto de belleza multiusos que hasta el día de hoy se consigue. La vaselina hidratará tus labios mejor que cualquier manteca de cacao o labial que contenga miles de aceites e ingredientes. Incluso Marilyn Monroe se untaba todo el rostro con vaselina para humectarlo a diario y lucir una piel con aspecto jugoso.

Vaselina. Fuente: Pinterest

En cuanto al cuidado de las manos, la mayoría de las abuelas solía usar la Creme Abricot de Dior, la cual se creó en 1963. Esta crema puede usarse para hidratar uñas y cutículas, e incluso las abuelas aseguran que esta crema les ayudaba a que la manicura durara mucho más tiempo. Sin dudas esta crema, o cualquier crema hidratante es mucho mejor que un aceite para cutículas.

Creme Abricot de Dior. Fuente: Pinterest

Aquellas abuelas que tenían la piel muy seca le agregaban un poco de aceite a la crema facial que usaban habitualmente. De esta forma la crema no solo tenía un aroma diferente, sino que también hidrataba más y le ofrecía a la piel una especie de “sellado” que mantenía el rostro más hidratado por más tiempo.