La alimentación es el combustible humano y gracias a los alimentos nos mantenemos con vida. Es por esto que resulta imprescindible prestar atención a lo que comemos. Tener una alimentación basada en plantas ya no parece ser algo de otro mundo. Resulta que hace algunos años las personas veganas y vegetarianas eran tildadas de extrañas, pero hoy es cada vez más común encontrarse con dietas basadas en plantas.
Existe la creencia de que para llevar este tipo de alimentación hay que saber cocinar o dedicarle mucho tiempo. La verdad es que llevar una dieta basada en plantas puede ser más sencillo de lo que imaginas.
Los beneficios son: Mejora tu metabolismo. El intestino humano está preparado para digerir plantas y sus derivados de forma muy fácil. La carne animal hará que tu sistema digestivo deba trabajar el doble trayéndote problemas estomacales. También ayuda al medioambiente. La producción de carnes genera grandes desperdicios y contaminantes dañinos para el ecosistema. En un mundo donde la contaminación es uno de los problemas principales este puede ser tu granito de arena.
En tercer lugar disminuye el estrés. El consumo de carne genera que el intestino trabaje por demás por lo que el cuerpo se encuentra cansado. Al liberarlo de esa tensión se relaja. Otra razón es que libera animales del encierro y la tortura. Los productos derivados de animales se producen gracias al sufrimiento y la esclavitud. Cuando uno toma conciencia del daño que se le hace a los animales por solo unos minutos de satisfacción propia se no irían las ganas de comer carne
Por último disminuye la grasa en el cuerpo. Los productos carnívoros tienen grasa animal que queda alojada dentro de nuestro organismo. Estas y muchas razones más son las que apoyan una alimentación basada en plantas y libre de sufrimiento animal. ¿Y tú qué piensas que vale la pena probar?