Solemos gastarnos una fortuna en cosméticos para poder lograr tener una piel más suave y tersa. Por lo general todas las cremas y productos para la piel suelen ser muy caras y no siempre garantizan los mejores resultados, o al menos los que nosotras esperábamos, es por ello que la gran mayoría terminamos altamente desilusionadas y con mucho dinero perdido.
La buena noticia es que para lograr estos resultados tan elevados quizá no tengamos que gastarnos más que algunos pocos eurillos en ingredientes que seguramente encontremos en el supermercado o que ya tienes en la alacena de tu cocina. Es solo cuestión de abrir un poco nuestras cabezas, tener ganas de trabajar un poco y no caer en la comodidad de comprar esos químicos que pueden llegar a afectar a nuestra piel y salud.
La idea principal es poder crear una crema que nos permita cerrar de manera adecuada los poros de la piel y de la forma más natural posible. Según los profesionales no hay manera de cerrarlos completamente pero sí se puede mantenerlos secos y limpios con el fin de que las impurezas y bacterias no ingresen en ellos y creen desajustes en nuestra piel.
Para ello podemos crear una mascarilla casera con dos ingredientes más que accesibles y comunes, huevo y avena. Debes utilizar la clara de huevo y mezclarla con la avena para exfoliar la piel y con ella podrás reducir el nivel de células muertas que por naturaleza hay en tu piel.
Resulta increíble pero la avena cuenta con increíbles propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan considerablemente al cuidado de tu piel y de esta manera la podremos mantener mucho más joven por más tiempo. Para preparar batir los huevos y échale cucharadas de avena, cuando consigas una pasta homogénea aplícala en tu rostro previamente lavado. Haz movimientos rotatorios para exfoliar y luego de unos minutos retira con agua caliente ¡Listo! Piel suave y perfecta.