La lana es sin duda la protagonista del invierno ya que es uno de los mejores materiales que existen para mantenernos abrigados. La cuestión es que con el uso diario este famoso material comienza a desgastarse y a desprender una especie de pequeñas bolitas de lana que no suelen verse muy estéticas en nuestros abrigos.
A pesar de que en internet podemos encontrar diversas soluciones para este problema, la realidad es que a la hora de aplicarlas son pocas las que realmente funcionan. Máquinas de afeitar, productos adhesivos y algunos metálicos son los que intentan atrapar las famosas bolitas de lana. Muchos de ellos cuestan un dineral, dañan la ropa y a la hora de aplicarlos no obtenemos los resultados esperados.
Sin embargo, ninguna de estas opciones resulta tan efectiva como la que hoy queremos presentarte. Estamos hablando de la famosa piedra pómez, una roca volcánica porosa que flota en el agua. Gracias a su textura áspera, al pasarla por la prenda todas las bolitas de lana se desprenden y podemos quitarlas de nuestra ropa. Tal vez la conozcas por su uso en la podología.
Uno de los beneficios más importantes es que, a diferencia de otras técnicas como usar una máquina de afeitar sin filo, la piedra pómez no daña las prendas. Solo tienes que armarte de paciencia y de forma delicada ir raspando la prenda con la piedra. Verás que las bolitas de lana se van desprendiendo y las tendrás que ir recogiendo.
Esta técnica además de ser muy económica es efectiva y no daña en absoluto las prendas. Solo debes pasarla por toda la prenda de forma uniforme para que no queden pelotitas de lana atascadas. Ten en cuenta que con el roce y el uso diario estas pueden volver a formarse, por lo que siempre ten a mano tu piedra pómez para volver a realizar el proceso.