Si hay algo de lo que nadie se podrá salvar nunca es del paso del tiempo y de la huella que deja en nuestro cuerpo. Es una realidad que a medida que nos vamos poniendo viejos los síntomas comienzan a marcarse en nuestro cuerpo como si de un mapa se tratase. Uno de los sitios donde más podemos verlo representado es en nuestro cuello, uno de los detalles más difíciles de corregir una vez que las arrugas comienzan a marcarse en él.
Lamentablemente el cuello es una zona muy delicada y una vez que la flacidez se apodera de él será muy difícil volver a regularizar la situación pero aquí te presentamos algunos consejos que pueden ayudarte a mejorar tu cuello y que deje de ser una pesada carga para tí.
Lo primero que debes hacer es trabajar con cremas hidratantes. Apuesta por cremas hidratantes a base de manteca de karité, vitamina E, ácido hialurónico o ácido poliglutámico. Si tu piel está bien hidratada y nutrida, las líneas del cuello serán menos visibles, mientras que la piel estará más firme y tersa.
Otro gran problema son los rayos del sol. Protege la piel del cuello con estas cremas de la radiación solar los 365 días del año (y aplica cada dos horas como en el resto de la cara o cualquier zona expuesta) Esto evitará la formación de manchas, la aceleración del envejecimiento prematuro y problemas cutáneos más graves.
Otro punto importante es lo que aplicamos. Apuesta por principios activos que activan la producción de colágeno Los más potentes son el retinol, la vitamina C, el ácido hialurónico o la niacinamida. Esta última, además, tiene una potente función barrera para evitar la deshidratación y el desequilibrio de la barrera cutánea. Haz la prueba y comienza a aplicar estos tips que sin duda alguna van a ayudar a tu cuello a combatir las molestas arrugas. Recuerda que es la zona más compleja para erradicarlas pero siempre se puede trabajar y mejorar la situación.