Uno de los calzados que más solemos usar durante la primavera y el verano son las alpargatas de yute, también conocidas como alpargatas de cuña. Las mismas son cómodas, versátiles, frescas, e incluso nos ayudan a vernos elegantes en cualquier ocasión. Sin embargo, no podemos negar que se ensucian fácilmente y que limpiarlas puede generar un enchastre en las mismas.
¿Cómo limpiar correctamente una alpargata de yute?
El primer paso consiste en cepillar las alpargatas. A veces la suciedad que tienen es solo tierra, la cual se remueve fácilmente con un cepillo. El cepillado debe hacerse siempre en la misma dirección para evitar arrastrar o arrancar las fibras de la tela o destrenzar el yute.
Por otro lado, también puedes frotar la alpargata con un paño húmedo. Frota todo el calzado con cuidado de que no haya un exceso de humedad. Te aconsejamos que empieces siempre frotando por la parte de la tela y terminando por el tacón o planta (el yute).
Si la alpargata de yute tiene alguna mancha que no ha salido con el cepillado o con el trapo húmero, lo que puedes probar es aplicar un poco de amoníaco líquido. El mismo no dañará el calzado, te ayudará a eliminar malos olores y eliminará las manchas acumuladas. Para limpiar las alpargatas de yute debes cepillarla con una mezcla agua y amoníaco (80% de agua tibia y 20% de amoníaco).
Antes de aplicar la mezcla de amoníaco, te recomendamos mojar un poco la alpargata, y aplicar la mezcla con un cepillo. Hazlo de a poco, con delicadeza, porque puede ocurrir que durante el cepillado desgastes las fibras o la tela del calzado y luego te quedará de un color o textura diferente al resto del calzado.
Para retirar el exceso de humedad de la alpargata, te recomendamos hacerlo con un trapo limpio y seco. Luego puedes dejar secar el calzado al aire libre. Procura que no le de el sol, ya que la suela podría llegar a quedar muy dura y después te dolerán los pies al caminar.