Existe la creencia que mantenerse lo más limpio posible y lavarse constantemente las manos y el cuerpo ayuda a nuestra salud, esto evita contraer cualquier enfermedad que pudiera producirse de las bacterias que hay en las manos y nos mantiene pulcros. Desde tiempos inmemoriales se asoció al constante lavado con la buena preservación de nuestro cuerpo y a una piel impecable.
Pero los últimos estudios contradicen todas estas teorías milenarias y afirman que hay ciertas desventajas para nuestra piel el hecho de lavarla constantemente. Evidentemente mantener la higiene personal es algo básico e importante pero al parecer no tenemos que pasarnos de la raya y debemos hacerlos en su justa medida.
Es importante que habrá consecuencias si nos lavamos en exceso y te damos algunos detalles de lo que te puede ocurrir. La primera es que elimina los lípidos de la piel .Los jabones y limpiadores no solo arrastran la suciedad, también con los lípidos naturales de la piel. Esto se traduce en una piel estresada e irritada: "Es importante evitar jabones agresivos como el jabón 'lagarto' o los detergentes. No hace falta usar esponjas ni guantes de crin ya que estos pueden irritar o dañar la superficie de la piel y alterar la microbiota (flora cutánea de bacterias buenas que habitan en la superficie dela piel.
En segunda instancia podemos alterar el manto hidrolipídico, es decir, si nos pasamos con la higiene de la piel lo que haremos será alterar de forma importante su manto hidrolipídico. Es decir, la superficie de la piel está cubierta por una capa de grasa natural que la protege de infecciones, hace que no pique y se vea saludable. Si usamos jabones muy agresivos o muy frecuentemente podemos alterarla.
Entonces cada cuanto debemos lavar nuestra piel. En el caso de las manos un lavado diario independientemente de los lavados cotidianos, y la piel de la cara al menos dos veces al día por precaución.