Muchos pensadores afirman que nuestra piel y cuerpo son nuestro templo. El mismo debe ser cuidado y agasajado constantemente para que no se vaya deteriorando rápidamente con el tiempo. Muchas veces es complicado poder prestarle la atención que necesita y menos con la vorágine del día a día que no nos permite hacer las cosas con conciencia. La piel es sumamente frágil y es un factor de nuestro cuerpo que debemos cuidar como el que más, por lo que es importante saber qué hábitos tenemos en nuestra rutina que aporte al buen estado de nuestro cuerpo y en especial la piel.
El día de hoy nos focalizamos en la comida y todos aquellos alimentos que al consumirlos pueden sumar para la salud y la fortaleza de nuestra piel. Olvídate para siempre de los pellejos resecos, quebradizos y todo aquello que tenga que ver con una piel poco saludable.
La primera recomendación es el chocolate, aunque no lo creas el chocolate negro o chocolate amargo, es ideal para la piel, sus altos niveles de flavonoides de cacao puede ayudar a ablandar e hidratar la piel.
Otro alimento sencillo de conseguir y con el que podemos contar en nuestra rutina es el yogurt, este es rico en biotinas, que nutren la piel y refuerzan las uñas. También es rico en proteínas que ayudan a digerir la grasa. En cuanto a frutas el melón y el mango son ideales, contienen carotenoides que disminuyen las espinillas y el acné, mejoran la calidad de la piel, reducen la sequedad, aumentan su tono y elasticidad y ralentizan su envejecimiento.
Por último, en cuanto a carnes te recomendamos el salmón: contiene ácidos grasos que, además de ser buenos para el corazón, lo son para la piel porque reducen el enrojecimiento, la inflamación y el acné, previene la piel escamosa y actúan como hidratantes al liberar aceites naturales.