El objetivo más grande en la vida de las personas es ser feliz. La gente es más o menos consciente de ello pero la realidad es que todos nos movilizamos en el día a día en la persecución de estar sanos y felices, en definitiva es a lo que hemos venido a la tierra.
Aunque no lo creas las cosas materiales te pueden llegar a proporcionar una felicidad efímera que con el tiempo se evapora, pero existen ciertos hábitos que puedes proponerte en tu día a día que harán que esa felicidad se mantenga en cada paso o movimiento que hagas en tu vida.
Lo primero que te recomendamos para alcanzar este estado de felicidad plena y simple es sumamente básico, debes sonreír. Intenta sonreír constantemente aunque no haya un motivo aparente. Con la mímica y con esbozar una risa con tus labios basta. Existe una teoría denominada hipótesis de la retroalimentación facial, según la cual las expresiones faciales pueden influir en nuestras emociones.
El segundo por supuesto es realizar ejercicio físico a diario. Mantenernos en movimiento y activos es muy importante para nuestro cuerpo y también para nuestra mente. Ayuda a reducir el estrés, los sentimientos de ansiedad y los síntomas de depresión, y con el tiempo mejora la autoestima y aumenta la sensación de felicidad.
En tercer lugar el descansar correctamente y las horas necesarias es fundamental. Un gran hábito es acostarse y despertarse todos los días a la misma hora, independientemente si es fin de semana o si no debes madrugar por el trabajo, toma ese hábito y notarás el cambio en tu humor. Por último, la gratitud es una pieza clave de nuestras vidas para alcanzar la verdadera felicidad. El hecho de agradecer por todo lo que nos brinda la vida hará que alcancemos la plenitud, agradece en todo momento y tu cerebro ya se predispone de maneras que nunca conociste.