A la hora de cuidar nuestra piel, recurrimos a diversas cremas, sérums, o productos mágicos que prometen hidratarla y dejarla como nueva. Pero cometemos el error de gastar mucho dinero en productos que quizás no funcionan o que incluso pueden arruinar y dañar la apariencia de la piel.
La mejor alternativa es recurrir a preparaciones naturales, sencillas y económicas. Es por ello que en el siguiente artículo te enseñaremos a realizar agua de rosas, una preparación con mucha historia y cuyos resultados ya han sido comprobados por miles de expertos en cosmetología.
¿Qué es el agua de rosas?
El agua de rosas siempre se ha destacado por sus beneficios y por ser una opción low cost a la hora de cuidar la piel. Es un líquido que se obtiene a partir de la destilación de este tipo de flores, la cual destaca por contener una alta cantidad de vitamina E, B y C, al igual que propiedades antiinflamatorias, descongestionantes, relajantes, antibacterianas y cicatrizantes.
Beneficios del agua de rosas
El agua de rosas mejora la suavidad y luminosidad de la piel; funciona como un tónico natural para equilibrar el pH y tersar; ayuda a potenciar la limpieza del rostro y elimina las impurezas; favorece la circulación sanguínea; reduce la inflamación en la cara y las bolsas debajo de los ojos; combate la aparición de brotes de acné; ayuda a disminuir el aspecto oscuro de las manchas, entre otros beneficios.
¿Cómo preparar el agua de rosas?
El primer paso para preparar agua de rosas consiste en juntar varios pétalos de rosas. Introdúcelos en una olla con agua y ponlos a hervir. Luego de 15 o 20 minutos, apaga la preparación y permite que repose durante una hora para que se enfríe. Finalmente, cuela el líquido para separarlo de los pétalos y viértelo en el envase de vidrio para guardarlo en la nevera. Al siguiente día, podrás utilizar tu agua de rosas casera para cualquiera de los beneficios que te mencionamos anteriormente.