Los aceites vegetales son sustancias que se extraen de las semillas, frutos o flores de algunas plantas y que tienen propiedades beneficiosas para la piel. Entre ellas, destacan su capacidad de hidratar, nutrir, regenerar y proteger la piel de los agentes externos que la dañan. Además, algunos aceites tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y cicatrizantes que contribuyen a mejorar el aspecto de las arrugas.
Estos aceites debes usar sí o sí
Uno de los aceites más recomendados para el cuidado de la piel es el aceite de jojoba, que se obtiene de las semillas de una planta originaria de América. Tiene una textura ligera y se absorbe fácilmente por la piel, sin dejar sensación grasa y su principal beneficio es que regula la producción de sebo, lo que ayuda a mantener la piel equilibrada y evitar el exceso de grasa o sequedad. Además, el aceite de jojoba tiene un alto contenido en vitamina E, un potente antioxidante que previene el envejecimiento prematuro de la piel y reduce las arrugas.
Otro aceite que puedes hacer con plantas naturales de tu jardín para evitar las arrugas el el rostro es el aceite de lavanda, que se elabora a partir de las flores de esta planta aromática. Además, tiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas y cicatrizantes que ayudan a curar las heridas, las irritaciones y las manchas de la piel. Asimismo, el aceite de lavanda estimula la producción de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para mantener la firmeza y elasticidad de la piel.
Por último, el aceite de rosa mosqueta es otro de los aceites más efectivos para olvidarte de las arrugas de tu rostro. Este aceite tiene un alto contenido en ácidos grasos esenciales, vitamina C y retinol, que le confieren propiedades regeneradoras, hidratantes y antioxidantes. Además es capaz de atenuar las arrugas profundas, las líneas de expresión, las cicatrices y las estrías, mejorando notablemente la apariencia de la piel.
Para aprovechar los beneficios de estos aceites para tu piel, puedes aplicarlos directamente sobre el rostro limpio y seco, dando un suave masaje circular hasta su completa absorción. También puedes mezclarlos entre sí o con otros ingredientes naturales como el aloe vera o la miel para potenciar sus efectos. Lo ideal es usarlos por la noche, antes de dormir, para que actúen durante las horas de sueño y reduzcan las arrugas.