Las cadenas de supermercados hacen todo lo posible para vender sus productos y hasta apelan a diferentes técnicas de persuasión para que el consumidor se lleve algo que no iba adquirir. Hay algunos especialistas en marketing que analizan las formas para darse cuenta de los engaños de estos establecimientos y no caer en la trampa.
También otros de los trucos es llenar de carteles de promoción en el ingreso del establecimiento para “dar la sensación de precios bajos”. Para este tipo de estrategias habitualmente se utiliza el color rojo para llamar la atención de los consumidores. Los artículos de primera necesidad (leche o huevos) están habitualmente al fondo del supermercado para que uno recorra varias góndolas para llegar hasta el final.
A la hora de hacer la fila para abonar lo comprado, es común que existen estanterías con productos de los llamados “atractivos” como golosinas o bebidas. Mientras el usuario está esperando se puede tentar y comprar artículos innecesarios. La sección de frutas y verduras es habitual encontrarla en el ingreso para dar una sensación de frescura.
El cartel de últimas unidades
Muchas cadenas de supermercados utilizan el cartel de “últimas unidades” para crear un sentimiento en el comprador que ese producto se está por agotar. Lo llaman “sentimiento de aversión a la pérdida por comprar algo que se acabar”, según la agencia de neuromarketing Niwsion. Esto son algunos de los trucos que el usuario debe estar atento.
La ubicación de los productos en las estanterías de los supermercados no están puestos al azar. Los artículos dedicados a los niños que contienen dibujos atractivos para ellos son colocados a su altura para que sean más sencillo tomarlos y llevarlos hasta el carro. También aquellos más caros están más cerca de la vista. En cambio, los de menor valor están la parte más baja de la estantería. Estos son todos trucos de marketing que usa el supermercado para aumentar sus ventas.