¿Has probado el microblading y no te ha convencido? Entonces quizás te interese conocer el injerto de cejas, un método que consiste en trasplantar pelos de la parte posterior de la cabeza a las zonas donde faltan. Así se consigue que crezcan nuevos folículos y se aumente la densidad del vello.
Esta técnica es la solución definitiva, más eficaz y con menos riesgos para recuperar la belleza natural de tus cejas y corregir los problemas de alopecia en esa zona. El marco de los ojos es lo que te ayudará a tener una mirada penetrante y a que no sea necesario utilizar tantos elementos y productos de belleza.
¡Atención!
Si bien es una técnica que está tomando muchísimo auge, el especialista en salud debe evaluar la causa de la pérdida de pelo, y una vez hecho esto, debe aplicar el tratamiento más adecuado según el caso, que puede incluir medicamentos junto con la cirugía para asegurar los mejores resultados para tus cejas.
El injerto de cejas se realiza con anestesia local y dura entre dos y cuatro horas, dependiendo de la cantidad de pelos que se necesiten. El proceso consiste en extraer los folículos de la nuca con una técnica llamada FUE (Follicular Unit Extraction), que no deja cicatrices visibles, y luego implantarlos en las cejas con una aguja muy fina, respetando la dirección y el ángulo natural del pelo.
El injerto de cejas tiene una alta tasa de éxito y los resultados son permanentes, aunque pueden tardar entre seis y doce meses en verse completamente. Los cuidados postoperatorios son sencillos y consisten en lavar la zona con un champú suave, aplicar una crema cicatrizante y evitar el sol, el maquillaje y los deportes durante unas semanas. Los posibles efectos secundarios son mínimos e incluyen hinchazón, enrojecimiento, picor o costras, que desaparecen en pocos días.